Que las entidades financieras están en el ojo del huracán debido a la crisis económica en la que nos hayamos sumido y que esto afecta a su credibilidad pública no se le escapa a nadie. Así que todas, o la gran mayoría, además de publicitarse debe hacer en cada spot un lavado de imagen e intentar comunicar su particular decálogo de buenas prácticas. Pero como yo estoy aquí para hablaros de (mi libro) publicidad y música, y no de economía, voy al grano y os cuento lo de los dos nuevos anuncios de la Cuenta Naranja de ING Direct, que llevan por título "Club de Ahorradores" y "Club de Ahorradores sin comisiones".
"Existe un club de cientos de miles de personas, sin carné, sin columnas de mármol ni salón de actos, sin estatutos, ni himnos, ni día conmemorativo, ni uniforme, sin miembros de honor, es más tal vez no sea ni un club, pero eso si, todos sus integrantes cada día que pasa tienen más ahorros que el día anterior."
"Muy bien, vale. Somos un club sin himno, pero también sin comisiones."
Las dos piezas son bastante simples, técnicamente hablando. En ellas se nos muestran fotografías de rostros de gente anónima en casi primerísimo primer plano, mientras escuchamos la narración con voz en off -realizada entre varias personas- donde nos cuentan los beneficios de ser propietario de la famosa Cuenta Naranja del grupo
holandés especializado en banca electrónica. Casi se podría decir que el primero que os nombro se complementa con el segundo, porque en él, de manera indirecta, señalan que ING Direct no es un banco tradicional con sucursales de pomposas oficinas y trabajadores de chaqueta y corbata, pero que si es de los que trata a todos sus clientes por igual y reciben el mismo beneficio de su dinero, mientras que el otro apostillan que todo lo anterior se realiza sin pagar comisiones.
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