Normalmente no suelo hablar de piezas que no aparecen en televisión, pero hoy haré una pequeña excepción con un anuncio que ha sido la comidilla en Twitter durante todo el día, llegando incluso a colocarse como primer Trendig Topic. El objeto de la ira de la masa enfurecida twittera es la nueva campaña de Loewe para la promoción de su nueva colección de bolsos Loewe Oro, protagonizada por unos "modernos" muy peculiares. Aunque quizás sean pocos los que han reparado en que el vídeo también tiene música de fondo, y lo entiendo, ya que habréis quedado maravillados por su profundidad.
El País los define como "fashionistas pretendidamente vanguardistas y modernos, (…) ponen sobre el tapete los temas que, supuestamente, preocupan a la gente que ronda los 25 años"; ellos son los encargados de transmitir el mensaje en esta particular Parada de los Monstruos de Loewe: Martín Rivas, Lorena Prain, María Forqué (hija de la actriz de cuyo nombre no quiero acordarme por culpa del doblaje de El resplandor), María Rosenfeldt, Lucía Cuesta. Helena Cuesta, Antonio Mingot, Andrea Ferrer, Víctor Vergara, Carlos Sáez, Josep Xorto y Sita Abellán.
De sus bocas escuchamos algunas de las perlas que ya estarán para siempre en la historia de la marca y la publicidad española: "Estar enamorada es super guay...", "Es un rollo esto de hacerse mayor", "Lo más guay de España que no tiene otro país son las españolas", "Mucho bueno vino", "Me bajo del avión, me pinto, me visto y PUMBA ya estoy" o "El secreto de un buen beso es darlo con ganas". Si os quedáis con ganas de más "frases épicas", visitad el canal en Youtube de Loewe para ver los vídeos individuales de cada uno de los protagonistas. Un avance: "Soy súper supersticiosa" y "Al final las canciones que más bailo... yo qué sé... son las que no conozco".
Para ahondar un poco más en el surrealismo, e intuyo que con mucha guasa por parte de los creativos publicitarios, la canción del anuncio es la "La Danza del Sable (Sabre Dance)", composición clásica instrumental del ruso nacido en Georgia y orundio de Armenia Aram Kachaturian, que de alguna manera ofrece un mayor toque cómico a esos insólitos testimonios. La vertiginosa y vitalista sintonía forma parte del ballet Gayaneh (1948), que está ambientado en la región originaria del compositor e incluye múltiples referencias al folclore de la ex-república socialista soviética. Cinematográficamente hablando, fue empleada por el maestro Billy Wilder como banda sonora en esta escena de la divertísima película, no exenta de crítica, Uno, dos, tres.
Por cierto, nos os perdáis la primera parodia, realizada por @eddiedean para su blog Submundo Mental.
Fuentes: Calvo con Barba.
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