Aunque en un principio diera la impresión de que Coca-Cola no preparaba nada especial para sorpredernos durante estos días previos a la Navidad, desde mediados de esta semana podemos ver su nueva y exlusiva pieza publicitaria en las televisiones españolas. La primera fase de la campaña navideña de la popular firma de Atlanta ha consistido en la redifusión del popular "Hay razones para creer en un mundo mejor", anuncio que fue todo un éxito a principios de este 2011. Asimismo, esta pieza ha servido de carta de presentación para la segunda fase con una reedición de la misma, pero personalizada con noticias esperanzadoras e ilusionantes, de esas que nos reconcilian con nuestros semejantes.
"Frente a todas las noticias que nos recuerdan que estamos viviendo un mal momento, mucha gente nos demuestra cada día que un mundo mejor es posible..."
Con esta pequeña introducción e imágenes del anuncio original, comienza una enumeración de noticias que han salpicado la actualidad española durante el último año; como la del hostelero onubense Patrocinio Mora, que en coordinación con Cáritas, abre su restaurante en Lepe cada año para ofrecer una cena a personas necesitadas, o el estudio en el que participaron investigadores españoles que abriría una vía de esperanza a una posible vacuna para combatir el SIDA.
También podemos ver tres "tuits", sobreimpresionados en diferentes momentos, que hacen mención a otra serie de acciones solidarias; uno sobre un pequeño pueblito en León que ofrece vivienda gratuita a una familia que quiera vivir allí (1), otro intercalado con el proyecto Chapuzas Sin Fronteras en Murcia, que ayudó a reconstruir Lorca después del terremoto ocurrido el pasado mes de Mayo (2), y el tercer tuit, es la frase "Porque otro mundo es posible", acompañado de una imagen (la que abre el post) en la que una pareja se besa en medio de lo que parece ser una de las manifestaciones del movimiento 15M en la puerta del Sol (3). Completan los 45 segundos de duración del vídeo, una imagen del típico menú escrito en una pizarra de un restaurante, la de una chica con la frase "Tenemos derecho a soñar y que se haga realidad" escrita en un cartón, y el titular en prensa online de un acto de generosidad sin interés en una recompensa monetaria, el realizado por una persona anónima que devolvió 8.000 euros en billetes de lotería que habían sido extraviadoso. El anuncio termina con una historia relativamente reciente, la de Francisco Moreno, un abuelo almeriense que ha donado un riñón para salvar la vida de su nieto Kevin (vídeo).
Tal y como os contaba, tanto el último vídeo como el resto de noticias están basadas en hechos reales, aunque no lo son tanto los perfiles en redes sociales (Twitter mayoritariamente) de Marusia Conde (@marusiaconde), Lucía Blanco (@gomisVerdes), Eugenia Diaz (@EugeniaDiaz87) y Gonzalo Ruiz (usuario gonzaloruizdv en Youtube). Según todo parece indicar, fueron creados específicamente para la campaña.
El hashtag usado por Coca-Cola para invitar a los consumidores a participar y generar conversación en Twitter es #razonesparacreer, aunque casi son más los que lo están usando para protestar por el uso comercial que se hace del 15M en el spot.
En cuanto a la canción del anuncio, Coca-Cola ha conservado uno de los grandes puntos fuertes del comercial original, la versión coral del tema "Whatever" de la banda Oasis realizado por los Young People's Chorus, que como ya te contaba en su momento, es un coro formado por Francisco J. Núñez en New York y que lleva ya más de veinte años trabajando con niños. En su página web se definen así: Durante más de dos décadas, el Young People's Chorus de la Ciudad de Nueva York ha dado a los niños de todos los grupos étnicos, religiosos y económicos un programa único de educación musical y de interpretación coral, manteniendo un modelo de excelencia artística y de armonía que enriquece a la comunidad.. Os dejo abajo el tema tal y como sonaba en la pieza publicitaria incial (nunca ha llegado a ser editado comercialmente) así como cantado por los hermanos Gallagher.
Ninguna buena acción queda sin castigo. A la "persona anónima que devolvió 8.000 euros en billetes de lotería que habían sido extraviados" le han dado una paliza al intentar entrar en un bar.
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